Enero de 2022
El próximo ( Jacobo Morales)
Vi por televisión, vía
satélite y a todo color,
la llegada de Nixon a
Pekín.
Fueron mucchos los que
aquí
encontramos
sorprendente
ver a la plana mayor
de la China comunista
recibiendo al Presidente. Y con sonrisas.
Casi no lo creía
cuando escuché
interpretar,
el himno norteamericano, marcialmente.
ver las calles de la
ciudad
transitadas por
guaguas, bicicletas, gente.
Gente normal, corriente.
Gente capaz de sentir
curiosidad
cuando la cámara los
captaba,
capaz de sonreír y
decir adiós;
gente capaz de pasear
y de llevar un niño de
la mano.
Y pensar que no hace un año,
la televisión, los periódicos, la radio,
decían que los chinos eran malos.
Recuerdo yo cuando los
japoneses
atacaron a Pearl Harbor.
Entonces fue a ellos a
quienes odiamos.
¿No recuerdan que en
el cine,
todo el mundo aplaudía
cuando un piloto
japonés era ametrallado?
Sin embargo, hoy
compramos Datsun,
Hitachi, Toshiba,
Kawasaki,
y el asunto de la
guerra
para muchos se ha
olvidado.
Tras Hittler y su
diabólico absurdo,
ser derrotados,
nuestro rencor
generalizado
contra el pueblo
alemán fue amainando...
¡Ah! Pero acto seguido se inauguró
otra hostilidad oficial
contra uno de los ex-aliados
en la Segunda Guerra Mundial:
la Unión Soviética.
Otra vez la división:
estos están en lo correcto,
estos están equivocados.
Claro, hasta que, poco
a poco,
las cosas fueron cambiando.
Por la paz, por la confraternidad, por los
chavos.
¿Serán los chavos el
idioma universal?
¿Ahora, qué pasará?
¿Cuál será la próxima
razón,
el siguiente motivo para dividir,
para discrepar?
¿Cuál será nuestro
próximo enemigo?
¿A quién se nos
ordenará odiar?
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