Enero de 2022
1- Lengua- Conjunto de palabras y formas de
expresión por medio de las cuales se
relaciona una comunidad determinada de personas. (Vox)
2- Lenguaje – Facultad exclusiva del ser humano, coloca
al ser humano en una posición de superioridad por encima del resto de los
animales. Es el instrumento de comunicación del cual
dispone la humanidad y está ligado a la civilización.
3-Habla- Modo
particular en que una nación o un grupo de personas se comunican.
“Tengo que
decir algo” y “Tengo algo que decir no
es lo mismo”.
Redactar, escribir, contar.
¿Qué es un “cuento”? Los cuentos son tan viejos como la vida misma… “Las Mil y una
noches”.
¿Sabes cuál fue el origen de esos
cuentos?
Todos somos
“Cuentistas”. ¿Quién habrá vivido sin nunca jamás “hacer” un cuento?
Le hacemos “cuentos” a nuestras madres, tías y abuelas. Para hacerle un “cuento” al papá, al
tío o al abuelo… hay que pensárselo mejor. A menos que empieces diciendo “ te voy a
hacer un cuento”…
¿Y quién ha vivido sin escuchar un cuento? ¡Siempre
hay quien nos diga un “cuento”!
Hay veces que
pedimos: “échame un cuento”.
Aprendemos que un cuento es una historia corta, con pocos personajes, imaginaria o
real. Relata un momento (hace un paréntesis en la ó las vidas de una ó de unas pocas
personas). Todos nos contamos “cosas”. Entre nosotros. ¡Y que no lo sepa nadie!
Después de compartir un tiempo, sabemos a quién decirle un cuento “que no se lo diga a
nadie” cuando... lo que queremos es que lo sepa todo el mundo. Igual que sabemos quién es
una “tumba”. Las personas mayores cuentan cosas. Para enseñar… y algunas veces para
desahogarse… porque hay veces que nadie los quiere escuchar. Los jóvenes, igual, también
necesitan quien los escuche.Escuchar desde la perspectiva de jóvenes y viejos. Atender con
respeto, escuchar. Parece una tontería… pero no lo es.
Me enseñó a
leer mi abuela paterna… cuando llegué a
la escuela ya leía.
Nunca le pedí a nadie que me contara sus secretos. Me los contaron voluntariamente.
Cuando después supieron que escribía, me siguieron contando… y continuan contando.
Hay quien me advierte: “ni se te ocurra escribir eso”. Pero también ha habido quien me
diga; “cuando lo escribas… hazlo de manera que nadie sepa que fui yo o fue a mí, pero
cuéntalo”. La verdad es que los personajes toman vida propia. Ninguno de mis cuentos es
inventado… ninguno es real. Me explico: al recordar y tratar de escribir algo que me han
contado, mi imaginación planea lo que hubiese pasado si en vez de pasar esto… hubiera
sucedido esto otro… o si fulana que le ocurrió tal cosa hubiese hecho lo que otra fulana (en
el buen sentido de la palabra) me relató que hizo en una situación igual… o parecida.
Otras veces mientras escribo me encuentro mezclando historias y reinventando personajes.
Francamente, hay que intentar escribir para poder escribir. Muchas veces creo que un cuento
está listo y cuando lo leo, ya para entregarlo, cambia.
Hay que escribir y releer varias veces. Y dejar historias a mitad. O completarlas. Unos
días después, al releer, cambian. Se ven desde otro punto de vista, como si ante los ojos del
que escribe los personajes y las situaciones quisieran mejorar o… empeorar. Siempre con
varios diccionarios a mano (el de sinónimos y el de eufemismos no puede faltar).
Puede ser en un sueño, en alguna circunstancia vivida o contada, o alguien que se conoce
por un momento. O hasta una persona que se divise lejos enfrascada en alguna labor… o en
una situación particular… que pida una dirección y comience a explicar por qué busca ese
lugar… las posibilidades son infinitas… igual que nuestras mentes.
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