Revisado enero de 2022
Capítulo II
Los amansadores
Santos se dedica a la educación de Marisela; al mismo tiempo, Carmelito doma una potranca que rehusó vender a Santos. Carmelito gana la competencia y regala la potranca a Santos para que él mismo se la dé a Marisela. Santos supuso que entre la peonada se rumoraba que pronto habría boda.
Capítulo III
Los rebullones
Aparece un nuevo personaje. Un bobo de nombre Juan Primito que trabaja también para doña Bárbara. Juan Primito alimentaba unos pájaros imaginarios –los rebullones- para “saciar la sed de los malos espíritus”. Además, Juan Primito era amigo de Marisela.
Antes de vencerse el plazo, doña Bárbara manda a Juan Primito con Santos para avisarle que proceda en la limitación de sus territorios y que cuente con sus hombres de ser necesario. Juan Primito había dejado de ver a Marisela desde que Santos se la llevó a "Altamira". Y desde luego se sorprendió del cambio de ella. Estaba limpia y arreglada. Luego de darle el recado a Santos, Juan Primito regresa con doña Bárbara y le platica del notable cambio de Marisela. Doña Bárbara lo escucha y luego lo bota de allí.
Capítulo IV
El rodeo
A la mañana siguiente, los peones de “El Miedo”, capitaneados por doña Bárbara, ahuyentan el ganado que los peones de Altamira juntan. Doña Bárbara aprovecha la ocasión y trata de conversar con Santos ante la indiferencia de Balbino. Sin embargo Santos la ignora y se une con los vaqueros al rodeo. Doña Bárbara se había acicalado para impresionar a Santos. Él lo notó pero no le dio importancia. Durante el rodeo, Santos impresiona sobretodo a doña Bárbara quien experimenta extraños sentimientos.
Capítulo V
Las mudanzas de doña Bárbara
En “El Miedo”, los peones aseguraban que tarde que temprano, Santos Luzardo sería otra presa más de doña Bárbara, sin embargo pasaban los días y nada sucedía. Todos se extrañaron de los constantes cambios de humor de la patrona, incluso ella misma sentía que una nueva etapa de su vida había iniciado. Doña Bárbara se sentía una mujer sensible y femenina.
Un día, Santos Luzardo llegó a “El Miedo”. Doña Bárbara lo recibió con agrado pero Santos no respondió a sus intenciones. Santos tenía que exponer otro asunto de los terrenos y doña Bárbara lo permitió todo. Santos desconfía, doña Bárbara le dice: “si yo me hubiera topado con hombres como usted, otra sería mi historia”. Santos es tomado por sorpresa y agradece la voluntad de doña Bárbara, sin embargo tiene otra petición: que su anfitriona le regrese a su hija Marisela las tierras de la "Barquereña". La expresión de doña Bárbara cambia al oír nombrar a su hija y rechaza conversar cualquier asunto sobre ella, Santos se va sin despedirse argumentando que le pide algo que no tiene.
Capítulo VI
El espanto del bramador
Jueves Santo y nadie trabaja. Se pueden hacer pocas cosas, una de ellas es cazar caimanes. Santos presencia como cazan al caimán salvaje conocido como “Bramador”. Según el mito popular, el animal era protegido de doña Bárbara.
Capítulo VII
Miel de aricas (aricas - abejas)
Marisela conversa con una amiga, nieta de un peón, y mientras platican comen miel. Marisela habla correctamente y cuenta cómo es un día de su vida. Se levanta temprano, se baña con agua del río, le prepara el desayuno a Santos, asea la casa, le prepara la comida a Santos y comenta la forma tan bonita en que el señor se refiere a ella. Marisela se da cuenta sin embargo, que Santos más bien la trata como un hermano o padre y no le ha dado motivos para que ella esté enamorada de él. Marisela se asquea de comer miel.
Capítulo VIII
Candelas y retoños
Es tiempo de candela –es decir prenderle fuego- a las tierras para que, pasada la época de lluvias se vigoricen. Santos había prohibido prender candela al hato de Altamira, pero una candela que venía de otra parte, quemó algunas zonas del terreno. Por la magnitud del suceso, fue sin duda un fuego provocado. Todos estuvieron de acuerdo. Algunos peones piden permiso para prenderle candela a ‘El Miedo”. Santos los calma y dice que acudirá a las autoridades para hacer las averiguaciones correspondientes. Algunos insisten, el amo tiene que vengarse de doña Bárbara, sobre todo, Lorenzo Barquero quien abiertamente le reprocha su condición de Luzardo que no pelea. Le dice: “mátala y conviértete en el nuevo cacique”.
Fue Balbino quien había fraguado esa quema con la intención de recuperar los favores perdidos de la Doña. Ésta por su parte, se convenció de los poderes que poseía.
En realidad algo estaba mal: Lorenzo se empecinaba en la venganza, Marisela, al sentirse despechada, se había convertido en una criatura desagradable; de nuevo volvió a hablar mal y recriminaba todo. Al terminar los aguaceros, todo reverdeció y los humores negativos se esparcieron.
Capítulo IX
Las veladas de la vaquería
Las separaciones del ganado de los distintos hatos continuaba. Santos sorprende a Balbino marcando reces que no le pertenecen. Balbino se defiende y le pregunta si piensa cambiar las costumbres del llano. Santos responde que eso exactamente se propone.
El sábado por la noche es día de fiesta en “Altamira”. Todos bailan y se divierten, salvo Santos y Marisela. La joven al sentirse despechada, invita a Pajarote a bailar, Santos le da permiso al peón que llega feliz con la “flor de Altamira”.
Capítulo X
La pasión sin nombre
Marisela platica con su amiga su experiencia con Santos. Luego de bailar con Pajarote, Santos llegó y le pidió una pieza. Mientras bailaban, la muchacha mostró sus sentimientos al llamarlo antipático. Marisela le confiesa a su amiga que ella ya le dijo todo y que más no puede hacer. Pajarote saca a la otra muchacha a bailar, y Marisela, al quedarse sola, imagina que llega Santos a declararle su amor.
Capítulo XI
Soluciones imaginarias
También Santos se inquietaba por Marisela, no podía dejarla en la “Barquereña” pues Mister Danger se aprovecharía de la situación. Finalmente, decide mandarla a San Francisco con unas tías para que termine su educación. En cuanto a Lorenzo, había resuelto cuidar de él hasta el fin de sus días. Sin embargo, sus sentimientos contradictorios hacia Marisela le replantean el asunto y decide desechar su idea.
Capítulo XII
Coplas y pasajes
Santos no sólo duda con respecto a su relación con Marisela; también duda sobre sus intenciones de modernizar las tierras. Por un lado cree que es necesario acabar con tantas carencias, pero por el otro, al cabalgar con los peones, comprende que por algo existe la “ley del llano” y que probablemente así se deba de quedar.
Capítulo XIII
La dañera y su sombra
Marisela escucha de unas cocineras que un embrujo se prepara contra Santos Luzardo. Entonces, se da cuenta de que su madre –la dañera como también se le conoce- ama al mismo hombre que ella. Sale al encuentro de Pajarote y le manifiesta su deseo de ir a “El Miedo”. Pajarote la trata de detener pero ella le pide compañía o que la deje en paz. Pajarote no la deja sola. Marisela llega a “El Miedo” e interrumpe el conjuro que doña Bárbara se encontraba realizando. Madre e hija se encuentran por primera vez frente a frente. ¡Bruja! le reprocha Marisela a una doña Bárbara que comienza a sacudirla. Santos Luzardo aparece y defiende a la joven. Santos se lleva a Marisela y doña Bárbara se queda sola en busca de su “Socio” quien pareciera decirle: “si quieres que él venga a ti, entrega tus obras”.
Introducción
Santos Luzardo regresa a su tierra natal en con la intención de vender sus tierras. En el bongo en que viaja se percata de que lo ha seguido Melquíades Gamarra, hombre de confianza de una mujer muy peligrosa. Al llegar se entera de los abusos y trampas de la mujer conocida como doña Bárbara. Se rumora que ella tiene pacto con el diablo. Doña Bárbara tiene fama de devoradora de hombres. Todo aquel que cae seducido por su belleza termina convertido en piltrafa humana. Tal es el caso de Lorenzo Barquero, padre de Marisela, hija no reconocida de doña Bárbara. Lorenzo Barquero es primo hermano de Santos puesto que es hijo de Panchita, hermana del padre de Santos. Panchita se había casado con Sebastián Barquero. Santos encuentra su tierra muy abandonada. Los mayordomos que debían cuidarle sus tierras en realidad son recomendados por doña Bárbara, quien ha robado gran parte de sus tierras. Debido a todo lo que se entera en el bongo decide no vender y enfrentarse al poder de la tirana.
Resumen por capítulos:
Capítulo I
¿Con quién vamos?
La acción ocurre en los llanos de Venezuela. A bordo de un bongo (especie de canoa) Santos Luzardo viaja por el río Arauca. Su destino es “palodeagua”, para continuar hasta los terrenos de "Altamira" (su hato, su hacienda). La apariencia citadina de Santos Luzardo contrasta notablemente con los rudos y curtidos palanqueros. A bordo viaja también una persona que pareciera seguir a Santos desde San Fernando. Se le conoce como “el Brujeador”, trabaja para doña Bárbara. Al pedir referencias sobre aquella mujer, cuya fama se extiende más allá de sus terrenos, los palanqueros le dicen a Santos que tenga cuidado. Doña Bárbara domina el lugar y tiene compradas a todas las autoridades del pueblo. Es una bruja que tiene “al mal” (diablo) de su lado. Manipuladora y hábil, doña Bárbara tiene “su propio cementerio”. Los palanqueros le advierten también a Santos que tenga cuidado con “el Brujeador”, ya que él cometió un grave error al hacerle el favor de aceptarlo en el mismo bongo. Después de un intento fallido para cazar el caimán llamado ”el tuerto del Bramador” por el que estuvieron a punto volcar el bongo regresan ya que caen en cuenta de que “salieron sin el viejito”. Habían salido sin llevar a cabo la debida bendición de Dios: ¿Con quién vamos? ¡Con Dios! ¡Y con la Virgen!
Capítulo II
El descendiente del Cunavichero
Tiempos atrás, los terrenos de "Altamira" estaban dominados por dos familias de caciques: los Luzardos y los Barqueros. Vivían de acuerdo a la ley del llano. Don José Luzardo, padre de Santos, tenía, como muchos en aquella época, una relación pésima con su hijo mayor, Félix. Fue durante la guerra entre España y Estados Unidos.Porque Félix apoyaba a los suyos. Estar con los “suyos” es sentirse parte de América y no de Europa. Es ser americano, América es el Continente nuevo, los que nacieron acá, aún siendo hijos de europeos, pertenecen al Continente americano. Hablamos español, somos América Central, el Caribe y América del Sur. Norteamericanos son los originales de Estados Unidos (producto de otras inmigraciones como inglesa e irlandesa). Don José, su padre, era fiel a la “Madre Patria” (España, Continente Europeo). Una tarde de riña de gallos, Félix reta al padre con un gallito que “es portorriqueño, ni yanqui siquiera” en una alusión directa a que nuestra sangre es fuerte y valiente. Don José lo asesina de un tiro y se encierra en un cuarto a dejarse morir. La madre de Santos, Asunción, decide llevarse a su hijo de catorce años a la capital de Venezuela, Caracas. Santos Luzardo sufrió mucho para adaptarse. No olvidó sus raíces por algún tiempo. Cuando salió de lo que llamaban “estar enmatado” (como los toros al ser castrados, que se escondían a lamentarse entre las matas), o sea deprimido por las tragedias vividas y por el cambio brusco de los llanos a la capital, estudió la carrera de leyes. Vivía de sus terrenos. Con administradores honrados. Pero los beneficios van menguando, son robados por “vías legales” (trampas bien hechas). Doña Bárbara compraba abogados, jueces y testigos. Santos decide vender sus tierras, un comprador estaba interesado en adquirirlas. Viaja camino a "Altamira", donde quedó encontrase con el interesado.
Capítulo III
La devoradora de hombres
Barbarita (hija engendrada en una india por la violencia de un blanco aventurero), trabajaba de cocinera en una embarcación de ladrones y piratas. Estaba ajena a las bajas pasiones que despertaba. Cierto día, un joven de nombre Asdrúbal, pide trabajo en la embarcación. El capitán lo acepta. Asdrúbal y Barbarita se hacen amigos. La enseña a leer y escribir. Asdrúbal le advierte a Barbarita que a quien ella llama “taita” tiene la intención de venderla a un turco sádico y leproso. Barbarita no lo puede creer. El capitán (“taita”) odia y envidia a Asdrúbal. El piloto de la embarcación, Eustaquio, era un indio baniba encargado de cuidar a Barbarita, su madre se la había encargado antes de morir (debido a los abusos que sufrió a manos del capitán).
Santos Luzardo regresa a su tierra natal en con la intención de vender sus tierras. En el bongo en que viaja se percata de que lo ha seguido Melquíades Gamarra, hombre de confianza de una mujer muy peligrosa. Al llegar se entera de los abusos y trampas de la mujer conocida como doña Bárbara. Se rumora que ella tiene pacto con el diablo. Doña Bárbara tiene fama de devoradora de hombres. Todo aquel que cae seducido por su belleza termina convertido en piltrafa humana. Tal es el caso de Lorenzo Barquero, padre de Marisela, hija no reconocida de doña Bárbara. Lorenzo Barquero es primo hermano de Santos puesto que es hijo de Panchita, hermana del padre de Santos. Panchita se había casado con Sebastián Barquero. Santos encuentra su tierra muy abandonada. Los mayordomos que debían cuidarle sus tierras en realidad son recomendados por doña Bárbara, quien ha robado gran parte de sus tierras. Debido a todo lo que se entera en el bongo decide no vender y enfrentarse al poder de la tirana.
Resumen por capítulos:
Capítulo I
¿Con quién vamos?
La acción ocurre en los llanos de Venezuela. A bordo de un bongo (especie de canoa) Santos Luzardo viaja por el río Arauca. Su destino es “palodeagua”, para continuar hasta los terrenos de "Altamira" (su hato, su hacienda). La apariencia citadina de Santos Luzardo contrasta notablemente con los rudos y curtidos palanqueros. A bordo viaja también una persona que pareciera seguir a Santos desde San Fernando. Se le conoce como “el Brujeador”, trabaja para doña Bárbara. Al pedir referencias sobre aquella mujer, cuya fama se extiende más allá de sus terrenos, los palanqueros le dicen a Santos que tenga cuidado. Doña Bárbara domina el lugar y tiene compradas a todas las autoridades del pueblo. Es una bruja que tiene “al mal” (diablo) de su lado. Manipuladora y hábil, doña Bárbara tiene “su propio cementerio”. Los palanqueros le advierten también a Santos que tenga cuidado con “el Brujeador”, ya que él cometió un grave error al hacerle el favor de aceptarlo en el mismo bongo. Después de un intento fallido para cazar el caimán llamado ”el tuerto del Bramador” por el que estuvieron a punto volcar el bongo regresan ya que caen en cuenta de que “salieron sin el viejito”. Habían salido sin llevar a cabo la debida bendición de Dios: ¿Con quién vamos? ¡Con Dios! ¡Y con la Virgen!
Capítulo II
El descendiente del Cunavichero
Tiempos atrás, los terrenos de "Altamira" estaban dominados por dos familias de caciques: los Luzardos y los Barqueros. Vivían de acuerdo a la ley del llano. Don José Luzardo, padre de Santos, tenía, como muchos en aquella época, una relación pésima con su hijo mayor, Félix. Fue durante la guerra entre España y Estados Unidos.Porque Félix apoyaba a los suyos. Estar con los “suyos” es sentirse parte de América y no de Europa. Es ser americano, América es el Continente nuevo, los que nacieron acá, aún siendo hijos de europeos, pertenecen al Continente americano. Hablamos español, somos América Central, el Caribe y América del Sur. Norteamericanos son los originales de Estados Unidos (producto de otras inmigraciones como inglesa e irlandesa). Don José, su padre, era fiel a la “Madre Patria” (España, Continente Europeo). Una tarde de riña de gallos, Félix reta al padre con un gallito que “es portorriqueño, ni yanqui siquiera” en una alusión directa a que nuestra sangre es fuerte y valiente. Don José lo asesina de un tiro y se encierra en un cuarto a dejarse morir. La madre de Santos, Asunción, decide llevarse a su hijo de catorce años a la capital de Venezuela, Caracas. Santos Luzardo sufrió mucho para adaptarse. No olvidó sus raíces por algún tiempo. Cuando salió de lo que llamaban “estar enmatado” (como los toros al ser castrados, que se escondían a lamentarse entre las matas), o sea deprimido por las tragedias vividas y por el cambio brusco de los llanos a la capital, estudió la carrera de leyes. Vivía de sus terrenos. Con administradores honrados. Pero los beneficios van menguando, son robados por “vías legales” (trampas bien hechas). Doña Bárbara compraba abogados, jueces y testigos. Santos decide vender sus tierras, un comprador estaba interesado en adquirirlas. Viaja camino a "Altamira", donde quedó encontrase con el interesado.
Capítulo III
La devoradora de hombres
Barbarita (hija engendrada en una india por la violencia de un blanco aventurero), trabajaba de cocinera en una embarcación de ladrones y piratas. Estaba ajena a las bajas pasiones que despertaba. Cierto día, un joven de nombre Asdrúbal, pide trabajo en la embarcación. El capitán lo acepta. Asdrúbal y Barbarita se hacen amigos. La enseña a leer y escribir. Asdrúbal le advierte a Barbarita que a quien ella llama “taita” tiene la intención de venderla a un turco sádico y leproso. Barbarita no lo puede creer. El capitán (“taita”) odia y envidia a Asdrúbal. El piloto de la embarcación, Eustaquio, era un indio baniba encargado de cuidar a Barbarita, su madre se la había encargado antes de morir (debido a los abusos que sufrió a manos del capitán).
El capitán ordena al “Sapo” (“segundo de a bordo”) internarse en la selva a buscar unas "sarrapias que ya le tenían". Le dice a Asdrúbal que lo acompañe. También Eustaquio es alejado del campamento con un encargo del capitán.
Estaban de acuerdo el capitán y “El Sapo”: asesinar a Asdrúbal. Pero los otros tres del grupo también estaban de acuerdo: después de que “El Sapo” asesina a Asdrúbal y regresa, se amotinan contra el capitán y asesinan a ambos. Violan a Barbarita. Eustaquio la rescata y la protege al devolverla a su tribu. Allí se recupera. Aprende toda la tenebrosa sabiduría de los indios (maleficios del Camajay- Minare, de los ojeadores, sopladores, ensalmadores y dañeros). Aprende todo lo que saben las indias sobre la “pusana”: hierbas y raíces para aniquilar los hombres y adueñarse de su voluntad… “inflamándoles la lujuria”. Más adelante los viejos prudentes de la tribu le aconsejan a Eustaquio que la aleje de la tribu porque ella estaba siendo motivo de celos y envidia de parte de las mujeres. Por su belleza era codiciada por los mozos.
Pasado un tiempo, la fama de doña Bárbara, “mujer que tiene pacto con el diablo” se extiende por toda la región. Todas las noches, doña Bárbara y su “Socio” planeaban cómo apoderase de todos los terrenos del Arauca. Su primera víctima fue Lorenzo Barquero quien enamorado, tiene una hija con ella. Pero terminó como una auténtica piltrafa humana, avanzado alcoholismo y con una hija que ni la madre ni el padre atendieron. Los terrenos de los Barqueros así como una porción de Altamira, pasaron a ser propiedad de doña Bárbara quien bautizó sus propiedades como “El Miedo”. Además, doña Bárbara se reveló hábil en cualquier actividad desempeñada por los hombres; lazaba, montaba caballos bravos, dirigía las peonadas y portaba revólver. Su belleza era comparada a su codicia y crueldad.
Capítulo IV
Uno solo y mil caminos distintos
Santos Luzardo se encuentra con un antiguo becerrero de su niñez: Antonio Sandoval, que permanece fiel a sus órdenes. Antonio le presenta los peones. Algunos como Carmelito López, dudan de las capacidades del jefe, lo sienten demasiado amanerado para las rudas tareas del campo. Antonio ya sabía de la llegada de Santos pues un peón que viajaba junto con “el Brujeador” dio la noticia en el “El Miedo”. Santos se pone al tanto de la situación, ha habido enfermedades y demasiadas muertes por esas tierras. Balbino Paiba, mayordomo de "Altamira" y amante de turno de doña Bárbara, ha sacado mucho provecho de la ausencia de tantos años de Santos Luzardo: el nuevo amo de "Altamira". Santos no habla de venganzas o peleas.
Capítulo V
La lanza en el muro
Santos, junto con Carmelito y Antonio hace un recorrido por la zona. Los recuerdos de su infancia son mezclados con las narraciones de la tiranía que doña Bárbara y Balbino Paiba han ejercido. Reconoce el lugar donde hubo la disputa familiar que dio muerte a su hermano; el odio recíproco entre Luzardos y Barqueros. Santos se entera que Lorenzo Barquero, quien había instigado a Félix contra su padre vivía como un despojo humano sumido en una permanente borrachera.
De regreso a "Altamira", Santos conoce al resto de sus peones y nota en varios, la misma expresión de resentimiento que observó en Carmelito.
Esa noche Antonio le extiende sus llaves y le indica el cuarto donde su padre se había sentado a esperar la muerte. Santos entra al cuarto que estaba justo como había quedado: en la pared continuaba la lanza que el padre había hundido luego de asesinar al hijo. Santos saca la lanza ( en un "acto trascendental" ) y le pide a Antonio que se olvide de rencores. Se reitera en su decisión de no vender "Altamira" y quedarse a levantarla. Santos regresa a su cuarto y duerme profundamente.
Capítulo VI
El recuerdo de Asdrúbal
El Brujeador va donde doña Bárbara para darle todas las noticias. La patrona se encuentra reunida con Balbino Paiba quien se siente superior a doña Bárbara. El Brujeador le confirma que Santos Luzardo ha llegado a "Altamira" con el propósito de pelearle todos los juicios que ha ganado con trampas. Doña Bárbara y Balbino suponen que no durará mucho su gusto. De repente Doña Bárbara, observa un vaso de agua y finge ver la cara de Santos Luzardo. Balbino sospecha que es una más de sus tretas para reafirmar su condición de Bruja.
Al quedarse sola Doña Bárbara, recuerda a su primer y único verdadero amor: Asdrúbal.
Capítulo VII
El familiar
Noche de luna llena en “Altamira”. Pajarote, otro de los peones, habla de su encuentro con el “Familiar”, es decir, el primer animal que se encierra en un hato para que muera y el hato tenga su propio guardián. Todos reconocen extraños sucesos. Han tenido visiones sobrenaturales, y cada uno narra las suyas. Otro peón afirma también haberse encontrado con el “Familiar”, en este caso un toro, que se supone que presagia buenos augurios.
Capítulo VIII
La doma
Al amanecer, Santos Luzardo recibe al mayordomo de “Altamira”: Balbino Paiba, quien se muestra seguro ante el amo. Santos se impone y le dice que pronto le pedirá las cuentas de la manera como ha manejado el hato. Balbino es sorprendido por la seguridad de Santos. Antonio Sandoval, Pajarote, Carmelito y otros, se sorprenden también de la firmeza mostrada por Santos. Están domando un caballo. Santos se une al ruedo, domina al caballo salvaje y lo saca al monte. Les demuestra que él no es un ”paquitín’ ni un “amanerado”.
Capítulo IX
La esfinge de la sabana
Una parte de “Altamira” había pasado a ser propiedad de “El Miedo” por medio de los Mondragones, tres hermanos que vivían aislados del pueblo quienes le hacían los trabajos sucios de Doña Bárbara. Balbino Paiba los sorprende y los Mondragones le cuentan y explican que recibieron la orden de cambiar su estancia, que se encontraba legalmente en “Altamira”, hacia “El Miedo”. Piensan que la patrona le tiene miedo al vecino. Balbino les ordena quedarse por ahí y se dirige a casa de doña Bárbara.
Al llegar la encuentra más femenina; adornada con cintas, encajes y el pelo suelto. Balbino le dice haberse encontrado con los Mondragones y que le expresaron su descontento. Doña Bárbara se impone y reafirma sus órdenes. Balbino va con los Mondragones y les confirma la orden de la patrona, no sin subrayar, que no le teme, sino que se trata de una trampa. Balbino regresa con doña Bárbara y le escucha decir : “Dios libre al que se atreva contra Santos Luzardo. “Ese hombre me pertenece.”
Capítulo X
El espectro de la Barquereña
En un bosque cercano, Santos se topa con una niña vestida en harapos, cuyo descuido al hablar delataba una vida callejera. Santos pregunta por la casa de Lorenzo Barquero y la niña le contesta a regañadientes. Lorenzo Barquero vivía en una pocilga descuidada y sucia, su borrachera no tenía fin. Fue el primer amante de doña Bárbara y lo había perdido todo. Santos Luzardo se presentó y le ofreció su amistad. Lorenzo se indigna de que un Luzardo se encuentre en casa de un Barquero, pero su como esquelética figura rara vez lo mantenía en pie, tampoco podía hablar con fuerza y diginidad. Santos le pide olvidar las viejas rencillas. Lorenzo acepta su amistad. Santos le confiesa que en su niñez, él fue su ídolo y ejemplo a seguir, pues Lorenzo Barquero, un poco mayor de edad, se había ido a Caracas a estudiar y su madre lo ponía siempre de ejemplo. Lorenzo Barquero se sumerge en sus recuerdos. En efecto, fue un niño que destacaba por su inteligencia y en la capital conocía a distinguidas damas de sociedad. Era querido y respetado. Todo acabó una tarde que recibió una carta de su madre, diciéndole que tenía que regresar pues su padre había sido asesinado por José Luzardo y urgía que él mismo vengara su muerte. Santos le confiesa que posee sentimientos nobles gracias a él. Lorenzo se indigna y tras beber su aguardiente, previene a Santos del llamado de la “devoradora de hombres”. Dice que todo fue mentira y que nadie escapa de las brujerías de aquella señora. Santos pregunta por su hija, pero Lorenzo Barquero se sumerge en un profundo trago de alcohol. Antes de reencontrarse en sus abismos reitera: ¡Santos Luzardo mírate en mí! ¡Esta tierra no perdona!
Capítulo XI
La bella durmiente
En el camino de regreso, Santos se preguntaba si aquella niña sucia que había encontrado no sería Marisela, la hija de Lorenzo Barquero. Al topársela de nuevo, confirma su sospecha y entabla una amistad con la niña salvaje. Santos le lava la cara y le habla a su prima de una manera que despierta en la pequeña de quince años sentimientos y emociones hasta ese momento desconocidas para ella.
Capítulo IV
Uno solo y mil caminos distintos
Santos Luzardo se encuentra con un antiguo becerrero de su niñez: Antonio Sandoval, que permanece fiel a sus órdenes. Antonio le presenta los peones. Algunos como Carmelito López, dudan de las capacidades del jefe, lo sienten demasiado amanerado para las rudas tareas del campo. Antonio ya sabía de la llegada de Santos pues un peón que viajaba junto con “el Brujeador” dio la noticia en el “El Miedo”. Santos se pone al tanto de la situación, ha habido enfermedades y demasiadas muertes por esas tierras. Balbino Paiba, mayordomo de "Altamira" y amante de turno de doña Bárbara, ha sacado mucho provecho de la ausencia de tantos años de Santos Luzardo: el nuevo amo de "Altamira". Santos no habla de venganzas o peleas.
Capítulo V
La lanza en el muro
Santos, junto con Carmelito y Antonio hace un recorrido por la zona. Los recuerdos de su infancia son mezclados con las narraciones de la tiranía que doña Bárbara y Balbino Paiba han ejercido. Reconoce el lugar donde hubo la disputa familiar que dio muerte a su hermano; el odio recíproco entre Luzardos y Barqueros. Santos se entera que Lorenzo Barquero, quien había instigado a Félix contra su padre vivía como un despojo humano sumido en una permanente borrachera.
De regreso a "Altamira", Santos conoce al resto de sus peones y nota en varios, la misma expresión de resentimiento que observó en Carmelito.
Esa noche Antonio le extiende sus llaves y le indica el cuarto donde su padre se había sentado a esperar la muerte. Santos entra al cuarto que estaba justo como había quedado: en la pared continuaba la lanza que el padre había hundido luego de asesinar al hijo. Santos saca la lanza ( en un "acto trascendental" ) y le pide a Antonio que se olvide de rencores. Se reitera en su decisión de no vender "Altamira" y quedarse a levantarla. Santos regresa a su cuarto y duerme profundamente.
Capítulo VI
El recuerdo de Asdrúbal
El Brujeador va donde doña Bárbara para darle todas las noticias. La patrona se encuentra reunida con Balbino Paiba quien se siente superior a doña Bárbara. El Brujeador le confirma que Santos Luzardo ha llegado a "Altamira" con el propósito de pelearle todos los juicios que ha ganado con trampas. Doña Bárbara y Balbino suponen que no durará mucho su gusto. De repente Doña Bárbara, observa un vaso de agua y finge ver la cara de Santos Luzardo. Balbino sospecha que es una más de sus tretas para reafirmar su condición de Bruja.
Al quedarse sola Doña Bárbara, recuerda a su primer y único verdadero amor: Asdrúbal.
Capítulo VII
El familiar
Noche de luna llena en “Altamira”. Pajarote, otro de los peones, habla de su encuentro con el “Familiar”, es decir, el primer animal que se encierra en un hato para que muera y el hato tenga su propio guardián. Todos reconocen extraños sucesos. Han tenido visiones sobrenaturales, y cada uno narra las suyas. Otro peón afirma también haberse encontrado con el “Familiar”, en este caso un toro, que se supone que presagia buenos augurios.
Capítulo VIII
La doma
Al amanecer, Santos Luzardo recibe al mayordomo de “Altamira”: Balbino Paiba, quien se muestra seguro ante el amo. Santos se impone y le dice que pronto le pedirá las cuentas de la manera como ha manejado el hato. Balbino es sorprendido por la seguridad de Santos. Antonio Sandoval, Pajarote, Carmelito y otros, se sorprenden también de la firmeza mostrada por Santos. Están domando un caballo. Santos se une al ruedo, domina al caballo salvaje y lo saca al monte. Les demuestra que él no es un ”paquitín’ ni un “amanerado”.
Capítulo IX
La esfinge de la sabana
Una parte de “Altamira” había pasado a ser propiedad de “El Miedo” por medio de los Mondragones, tres hermanos que vivían aislados del pueblo quienes le hacían los trabajos sucios de Doña Bárbara. Balbino Paiba los sorprende y los Mondragones le cuentan y explican que recibieron la orden de cambiar su estancia, que se encontraba legalmente en “Altamira”, hacia “El Miedo”. Piensan que la patrona le tiene miedo al vecino. Balbino les ordena quedarse por ahí y se dirige a casa de doña Bárbara.
Al llegar la encuentra más femenina; adornada con cintas, encajes y el pelo suelto. Balbino le dice haberse encontrado con los Mondragones y que le expresaron su descontento. Doña Bárbara se impone y reafirma sus órdenes. Balbino va con los Mondragones y les confirma la orden de la patrona, no sin subrayar, que no le teme, sino que se trata de una trampa. Balbino regresa con doña Bárbara y le escucha decir : “Dios libre al que se atreva contra Santos Luzardo. “Ese hombre me pertenece.”
Capítulo X
El espectro de la Barquereña
En un bosque cercano, Santos se topa con una niña vestida en harapos, cuyo descuido al hablar delataba una vida callejera. Santos pregunta por la casa de Lorenzo Barquero y la niña le contesta a regañadientes. Lorenzo Barquero vivía en una pocilga descuidada y sucia, su borrachera no tenía fin. Fue el primer amante de doña Bárbara y lo había perdido todo. Santos Luzardo se presentó y le ofreció su amistad. Lorenzo se indigna de que un Luzardo se encuentre en casa de un Barquero, pero su como esquelética figura rara vez lo mantenía en pie, tampoco podía hablar con fuerza y diginidad. Santos le pide olvidar las viejas rencillas. Lorenzo acepta su amistad. Santos le confiesa que en su niñez, él fue su ídolo y ejemplo a seguir, pues Lorenzo Barquero, un poco mayor de edad, se había ido a Caracas a estudiar y su madre lo ponía siempre de ejemplo. Lorenzo Barquero se sumerge en sus recuerdos. En efecto, fue un niño que destacaba por su inteligencia y en la capital conocía a distinguidas damas de sociedad. Era querido y respetado. Todo acabó una tarde que recibió una carta de su madre, diciéndole que tenía que regresar pues su padre había sido asesinado por José Luzardo y urgía que él mismo vengara su muerte. Santos le confiesa que posee sentimientos nobles gracias a él. Lorenzo se indigna y tras beber su aguardiente, previene a Santos del llamado de la “devoradora de hombres”. Dice que todo fue mentira y que nadie escapa de las brujerías de aquella señora. Santos pregunta por su hija, pero Lorenzo Barquero se sumerge en un profundo trago de alcohol. Antes de reencontrarse en sus abismos reitera: ¡Santos Luzardo mírate en mí! ¡Esta tierra no perdona!
Capítulo XI
La bella durmiente
En el camino de regreso, Santos se preguntaba si aquella niña sucia que había encontrado no sería Marisela, la hija de Lorenzo Barquero. Al topársela de nuevo, confirma su sospecha y entabla una amistad con la niña salvaje. Santos le lava la cara y le habla a su prima de una manera que despierta en la pequeña de quince años sentimientos y emociones hasta ese momento desconocidas para ella.
Al día siguiente, Marisela se levanta a bañarse.
Capítulo XII
Algún día será verdad
Santos, Antonio, y algunos peones amanecen con la noticia de que los Mondragones se fueron del terreno. La realidad era que faltaban trabajadores y las mejores tierras, aquellas donde abunda el agua y el pasto, son propiedad de doña Bárbara. Santos propone revisar la ley del llano y Antonio le responde que aquí, la única ley es la de doña Bárbara. Por la tarde, Santos manda a doña Bárbara y a Mister Danger un escrito donde avisa su disposición de cercar el hato, por lo que pide que cada quien (los dueños) recoja el ganado que posea y que esté revuelto por la zona. Las marcas son las indicadoras. Santos se entrega a sus ideales y piensa después en un ferrocarril. Opina que el progreso acabará con tanta injusticia y miseria.
Capítulo XIII
Los derechos de Mister Peligro
Guillermo Danger había llegado hacía algunos años. En el llano acogieron con simpatía a este gringo que consideraba inferior a todo el que no tuviera ojos azules. Era un cazador que exportaba pieles de caimanes. Desde la fundación del hato de “El Miedo”, Mister Danger se hizo amigo de doña Bárbara. Esa noche doña Bárbara, su amante en turno y Mister Danger cenaron juntos. Doña Bárbara no tardó en emborrachar a su amante criollo y comenzó a coquetear con el gringo. Lo invitaron a una celebración de brujería donde sería sacrificado un caballo. Mister Danger acepta emocionado. Llegaron por la noche al lugar y en una zanja previamente hecha, echaron un caballo viejo a morir. El amante borracho y zigzagueando se pone las manos en los riñones y cae muerto en la zanja. Doña Bárbara contribuyó a su muerte (al caer, la lanza de Apolinar estaba clavada en su espalda). Ella le aclara a Mister Danger que ella “le anduvo delante”, o sea que se le adelantó, aclarando que no lo mató. D. Bárbara le pide a Danger que la ayude, comienza echar con una pala tierra para enterrar en la zanja a Apolinar y al caballo. Mister Danger no se dejó impresionar y salió de allí.
Posteriormente, Mister Danger se presentó a “El Miedo” para abogar por la Barquereña y el resto de las propiedades de Lorenzo Barquero, a quien suministraba alcohol, pidiéndole a doña Bárbara que no se las incaute. Doña Bárbara le concede su petición.
Mister Danger recibe la carta de Santos. Al día siguiente se vieron y Mister Danger, con mapa hecho a mano, le insiste a Santos que él invadirá propiedad privada. Santos no acepta sus invitaciones de licor. Mantiene con firmeza que esos terrenos le pertenecen. Mister Danger, sin dejarse intimidar, le enseña unas escrituras firmadas por Lorenzo Barquero donde prohibe el levantamiento de una palizada (cerca, verja), en esos terrenos encargados al buen amigo. Santos no contaba con ese contrato aunque sospechó, por la firma temblorosa, de qué manera se consiguió. Santos pide disculpas y se va. Mister Danger le ofrece su amistad. Santos la rechaza.
Santos camina rumbo a casa de Lorenzo Barquero, entra y lo encuentra dormido. Le toma el pulso y sospecha que le queda poco tiempo de vida. Mister Danger, quien había seguido a Santos llega y, burlón como siempre, defiende el derecho de Lorenzo de querer morirse. Marisela entra también y es objeto de burla del gringo. Mister Danger se va y Santos decide llevarse a Marisela. Santos nota su limpieza. La invita a vivir junto a su padre en "Altamira".
Segunda parte
Capítulo I
Un acontecimiento insólito
Doña Bárbara manda decirle a Santos que por ella no hay problema en levantar la cerca que limitará los territorios, que proceda y que con respecto al dinero luego hablan.
Después, manda a Balbino a buscar a los Mondragones. A la mañana siguiente, amanecieron unos postes colocados estratégicamente para que Santos se extralimitara. Pero Santos no cae en la trampa. Doña Bárbara se sorprende de la habilidad de Santos y le tiende otra trampa con el ganado. Santos decide ir al registro civil a poner su queja y se encuentra con un compañero de la universidad de quien guarda un buen recuerdo. Mujiquita, como le gustaba que le dijeran, es el secretario de la jefatura. Santos le explica la situación y Mujiquita no le brinda muchas esperanzas. Sólo se compromete a mandar un citatorio a doña Bárbara y a Mister Danger aprovechando la ausencia del coronel y ahí, que defienda lo que sostiene. Mujiquita aconseja a Santos esconderse mientras realiza la operación. Ño Pernalete, como es conocido el coronel, recibe a doña Bárbara y a Mister Danger como si de verdad hubiera mandado la orden y manda a Mujiquita a buscar a Santos.
Santos Luzardo no es bien recibido pero eso no lo intimida. Hábil, hace confesar a Mister Danger que caza ganado en la Barquereña. Los límites del terreno no le dan derecho a cazar y además tiene que cercar su propiedad. Santos estaba en lo correcto pues había estudiado muy bien la ley del llano. Luego, arremete contra doña Bárbara quien se impresiona de la seguridad de su adversario.
Capítulo XII
Algún día será verdad
Santos, Antonio, y algunos peones amanecen con la noticia de que los Mondragones se fueron del terreno. La realidad era que faltaban trabajadores y las mejores tierras, aquellas donde abunda el agua y el pasto, son propiedad de doña Bárbara. Santos propone revisar la ley del llano y Antonio le responde que aquí, la única ley es la de doña Bárbara. Por la tarde, Santos manda a doña Bárbara y a Mister Danger un escrito donde avisa su disposición de cercar el hato, por lo que pide que cada quien (los dueños) recoja el ganado que posea y que esté revuelto por la zona. Las marcas son las indicadoras. Santos se entrega a sus ideales y piensa después en un ferrocarril. Opina que el progreso acabará con tanta injusticia y miseria.
Capítulo XIII
Los derechos de Mister Peligro
Guillermo Danger había llegado hacía algunos años. En el llano acogieron con simpatía a este gringo que consideraba inferior a todo el que no tuviera ojos azules. Era un cazador que exportaba pieles de caimanes. Desde la fundación del hato de “El Miedo”, Mister Danger se hizo amigo de doña Bárbara. Esa noche doña Bárbara, su amante en turno y Mister Danger cenaron juntos. Doña Bárbara no tardó en emborrachar a su amante criollo y comenzó a coquetear con el gringo. Lo invitaron a una celebración de brujería donde sería sacrificado un caballo. Mister Danger acepta emocionado. Llegaron por la noche al lugar y en una zanja previamente hecha, echaron un caballo viejo a morir. El amante borracho y zigzagueando se pone las manos en los riñones y cae muerto en la zanja. Doña Bárbara contribuyó a su muerte (al caer, la lanza de Apolinar estaba clavada en su espalda). Ella le aclara a Mister Danger que ella “le anduvo delante”, o sea que se le adelantó, aclarando que no lo mató. D. Bárbara le pide a Danger que la ayude, comienza echar con una pala tierra para enterrar en la zanja a Apolinar y al caballo. Mister Danger no se dejó impresionar y salió de allí.
Posteriormente, Mister Danger se presentó a “El Miedo” para abogar por la Barquereña y el resto de las propiedades de Lorenzo Barquero, a quien suministraba alcohol, pidiéndole a doña Bárbara que no se las incaute. Doña Bárbara le concede su petición.
Mister Danger recibe la carta de Santos. Al día siguiente se vieron y Mister Danger, con mapa hecho a mano, le insiste a Santos que él invadirá propiedad privada. Santos no acepta sus invitaciones de licor. Mantiene con firmeza que esos terrenos le pertenecen. Mister Danger, sin dejarse intimidar, le enseña unas escrituras firmadas por Lorenzo Barquero donde prohibe el levantamiento de una palizada (cerca, verja), en esos terrenos encargados al buen amigo. Santos no contaba con ese contrato aunque sospechó, por la firma temblorosa, de qué manera se consiguió. Santos pide disculpas y se va. Mister Danger le ofrece su amistad. Santos la rechaza.
Santos camina rumbo a casa de Lorenzo Barquero, entra y lo encuentra dormido. Le toma el pulso y sospecha que le queda poco tiempo de vida. Mister Danger, quien había seguido a Santos llega y, burlón como siempre, defiende el derecho de Lorenzo de querer morirse. Marisela entra también y es objeto de burla del gringo. Mister Danger se va y Santos decide llevarse a Marisela. Santos nota su limpieza. La invita a vivir junto a su padre en "Altamira".
Segunda parte
Capítulo I
Un acontecimiento insólito
Doña Bárbara manda decirle a Santos que por ella no hay problema en levantar la cerca que limitará los territorios, que proceda y que con respecto al dinero luego hablan.
Después, manda a Balbino a buscar a los Mondragones. A la mañana siguiente, amanecieron unos postes colocados estratégicamente para que Santos se extralimitara. Pero Santos no cae en la trampa. Doña Bárbara se sorprende de la habilidad de Santos y le tiende otra trampa con el ganado. Santos decide ir al registro civil a poner su queja y se encuentra con un compañero de la universidad de quien guarda un buen recuerdo. Mujiquita, como le gustaba que le dijeran, es el secretario de la jefatura. Santos le explica la situación y Mujiquita no le brinda muchas esperanzas. Sólo se compromete a mandar un citatorio a doña Bárbara y a Mister Danger aprovechando la ausencia del coronel y ahí, que defienda lo que sostiene. Mujiquita aconseja a Santos esconderse mientras realiza la operación. Ño Pernalete, como es conocido el coronel, recibe a doña Bárbara y a Mister Danger como si de verdad hubiera mandado la orden y manda a Mujiquita a buscar a Santos.
Santos Luzardo no es bien recibido pero eso no lo intimida. Hábil, hace confesar a Mister Danger que caza ganado en la Barquereña. Los límites del terreno no le dan derecho a cazar y además tiene que cercar su propiedad. Santos estaba en lo correcto pues había estudiado muy bien la ley del llano. Luego, arremete contra doña Bárbara quien se impresiona de la seguridad de su adversario.
Santos acusa a doña Bárbara de no permitir los trabajos para que cada cual mantenga en sus tierras sus reses… ella lo sostiene y asiente y pide el castigo que corresponda. Santos hace notar que no existe alguno aclarado en la ley a que aludían pero que si en un plazo de ocho días no se normaliza la situación procederá a demandar. Ella debía permitirle sacar y marcar sus reses, ya que por falta de cerca y por haber cambiado los postes que marcaban los lindes estaban mezcladas.
Los amansadores
Santos se dedica a la educación de Marisela; al mismo tiempo, Carmelito doma una potranca que rehusó vender a Santos. Carmelito gana la competencia y regala la potranca a Santos para que él mismo se la dé a Marisela. Santos supuso que entre la peonada se rumoraba que pronto habría boda.
Capítulo III
Los rebullones
Aparece un nuevo personaje. Un bobo de nombre Juan Primito que trabaja también para doña Bárbara. Juan Primito alimentaba unos pájaros imaginarios –los rebullones- para “saciar la sed de los malos espíritus”. Además, Juan Primito era amigo de Marisela.
Antes de vencerse el plazo, doña Bárbara manda a Juan Primito con Santos para avisarle que proceda en la limitación de sus territorios y que cuente con sus hombres de ser necesario. Juan Primito había dejado de ver a Marisela desde que Santos se la llevó a "Altamira". Y desde luego se sorprendió del cambio de ella. Estaba limpia y arreglada. Luego de darle el recado a Santos, Juan Primito regresa con doña Bárbara y le platica del notable cambio de Marisela. Doña Bárbara lo escucha y luego lo bota de allí.
Capítulo IV
El rodeo
A la mañana siguiente, los peones de “El Miedo”, capitaneados por doña Bárbara, ahuyentan el ganado que los peones de Altamira juntan. Doña Bárbara aprovecha la ocasión y trata de conversar con Santos ante la indiferencia de Balbino. Sin embargo Santos la ignora y se une con los vaqueros al rodeo. Doña Bárbara se había acicalado para impresionar a Santos. Él lo notó pero no le dio importancia. Durante el rodeo, Santos impresiona sobretodo a doña Bárbara quien experimenta extraños sentimientos.
Capítulo V
Las mudanzas de doña Bárbara
En “El Miedo”, los peones aseguraban que tarde que temprano, Santos Luzardo sería otra presa más de doña Bárbara, sin embargo pasaban los días y nada sucedía. Todos se extrañaron de los constantes cambios de humor de la patrona, incluso ella misma sentía que una nueva etapa de su vida había iniciado. Doña Bárbara se sentía una mujer sensible y femenina.
Un día, Santos Luzardo llegó a “El Miedo”. Doña Bárbara lo recibió con agrado pero Santos no respondió a sus intenciones. Santos tenía que exponer otro asunto de los terrenos y doña Bárbara lo permitió todo. Santos desconfía, doña Bárbara le dice: “si yo me hubiera topado con hombres como usted, otra sería mi historia”. Santos es tomado por sorpresa y agradece la voluntad de doña Bárbara, sin embargo tiene otra petición: que su anfitriona le regrese a su hija Marisela las tierras de la "Barquereña". La expresión de doña Bárbara cambia al oír nombrar a su hija y rechaza conversar cualquier asunto sobre ella, Santos se va sin despedirse argumentando que le pide algo que no tiene.
Capítulo VI
El espanto del bramador
Jueves Santo y nadie trabaja. Se pueden hacer pocas cosas, una de ellas es cazar caimanes. Santos presencia como cazan al caimán salvaje conocido como “Bramador”. Según el mito popular, el animal era protegido de doña Bárbara.
Capítulo VII
Miel de aricas (aricas - abejas)
Marisela conversa con una amiga, nieta de un peón, y mientras platican comen miel. Marisela habla correctamente y cuenta cómo es un día de su vida. Se levanta temprano, se baña con agua del río, le prepara el desayuno a Santos, asea la casa, le prepara la comida a Santos y comenta la forma tan bonita en que el señor se refiere a ella. Marisela se da cuenta sin embargo, que Santos más bien la trata como un hermano o padre y no le ha dado motivos para que ella esté enamorada de él. Marisela se asquea de comer miel.
Capítulo VIII
Candelas y retoños
Es tiempo de candela –es decir prenderle fuego- a las tierras para que, pasada la época de lluvias se vigoricen. Santos había prohibido prender candela al hato de Altamira, pero una candela que venía de otra parte, quemó algunas zonas del terreno. Por la magnitud del suceso, fue sin duda un fuego provocado. Todos estuvieron de acuerdo. Algunos peones piden permiso para prenderle candela a ‘El Miedo”. Santos los calma y dice que acudirá a las autoridades para hacer las averiguaciones correspondientes. Algunos insisten, el amo tiene que vengarse de doña Bárbara, sobre todo, Lorenzo Barquero quien abiertamente le reprocha su condición de Luzardo que no pelea. Le dice: “mátala y conviértete en el nuevo cacique”.
Fue Balbino quien había fraguado esa quema con la intención de recuperar los favores perdidos de la Doña. Ésta por su parte, se convenció de los poderes que poseía.
En realidad algo estaba mal: Lorenzo se empecinaba en la venganza, Marisela, al sentirse despechada, se había convertido en una criatura desagradable; de nuevo volvió a hablar mal y recriminaba todo. Al terminar los aguaceros, todo reverdeció y los humores negativos se esparcieron.
Capítulo IX
Las veladas de la vaquería
Las separaciones del ganado de los distintos hatos continuaba. Santos sorprende a Balbino marcando reces que no le pertenecen. Balbino se defiende y le pregunta si piensa cambiar las costumbres del llano. Santos responde que eso exactamente se propone.
El sábado por la noche es día de fiesta en “Altamira”. Todos bailan y se divierten, salvo Santos y Marisela. La joven al sentirse despechada, invita a Pajarote a bailar, Santos le da permiso al peón que llega feliz con la “flor de Altamira”.
Capítulo X
La pasión sin nombre
Marisela platica con su amiga su experiencia con Santos. Luego de bailar con Pajarote, Santos llegó y le pidió una pieza. Mientras bailaban, la muchacha mostró sus sentimientos al llamarlo antipático. Marisela le confiesa a su amiga que ella ya le dijo todo y que más no puede hacer. Pajarote saca a la otra muchacha a bailar, y Marisela, al quedarse sola, imagina que llega Santos a declararle su amor.
Capítulo XI
Soluciones imaginarias
También Santos se inquietaba por Marisela, no podía dejarla en la “Barquereña” pues Mister Danger se aprovecharía de la situación. Finalmente, decide mandarla a San Francisco con unas tías para que termine su educación. En cuanto a Lorenzo, había resuelto cuidar de él hasta el fin de sus días. Sin embargo, sus sentimientos contradictorios hacia Marisela le replantean el asunto y decide desechar su idea.
Capítulo XII
Coplas y pasajes
Santos no sólo duda con respecto a su relación con Marisela; también duda sobre sus intenciones de modernizar las tierras. Por un lado cree que es necesario acabar con tantas carencias, pero por el otro, al cabalgar con los peones, comprende que por algo existe la “ley del llano” y que probablemente así se deba de quedar.
Capítulo XIII
La dañera y su sombra
Marisela escucha de unas cocineras que un embrujo se prepara contra Santos Luzardo. Entonces, se da cuenta de que su madre –la dañera como también se le conoce- ama al mismo hombre que ella. Sale al encuentro de Pajarote y le manifiesta su deseo de ir a “El Miedo”. Pajarote la trata de detener pero ella le pide compañía o que la deje en paz. Pajarote no la deja sola. Marisela llega a “El Miedo” e interrumpe el conjuro que doña Bárbara se encontraba realizando. Madre e hija se encuentran por primera vez frente a frente. ¡Bruja! le reprocha Marisela a una doña Bárbara que comienza a sacudirla. Santos Luzardo aparece y defiende a la joven. Santos se lleva a Marisela y doña Bárbara se queda sola en busca de su “Socio” quien pareciera decirle: “si quieres que él venga a ti, entrega tus obras”.
Tercera parte
Capítulo I
El espanto de la sabana
Balbino Paiba se sentía relegado desde la llegada de Santos así que planeaba recuperar sus favores. Traidor por naturaleza, no escatimaba ningún recurso para lograr sus objetivos. Cierto día, manda al Brujeador a que robe unos caballos… algunos para ella y otros para él, pero se equivoca puesto que el Brujeador lo reta: él no “mayardomea”, o sea no roba para él, ya que es fiel únicamente a D. Bárbara. Después de cumplir, el Brujeador regresa a dar cuentas y a contarle a “la Doña” su presentimiento: un mal augurio. Doña Bárbara reflexiona: Las cosas vuelven al lugar de donde salieron. El Brujeador le reitera su fidelidad y le asegura que si ella quiere al doctor Luzardo vivo o muerto, él se encargará de cumplir sus deseos.
Capítulo II
Las tolvaneras
Santos regaña a Marisela por creer en esas tonterías (brujerías) y por haber ido a “El Miedo”. Marisela le manifiesta su deseo de regresar a la Barquereña junto con su padre. Santos no se opone.
Marisela y Lorenzo regresan a su antigua casa.
En “Altamira” se cuentan con dos plumas –arrobas- cuyo precio permite levantar la cerca. Santos encomienda a Carmelito a que vaya a San Fernando a comprar el alambre de púas.
En el camino, Carmelito y otro peón son asesinados y las plumas son robadas. Su cuerpo es regresado a “Altamira” sobre su caballo. Santos Luzardo promete que su muerte no quedará impune.
Capítulo III
Ño Pernalete y otras calamidades
Santos acude con Mujiquita para arreglar el asunto de los dos peones asesinados. Mujiquita le dice que las plumas tendrán que salir tarde que temprano y entonces se tendrá al asesino. Ño Pernalete se presenta y le dice al doctor Luzardo que la justicia se hará y de nada se tiene que preocupar. Santos Luzardo sale indignado de la comandancia por la falta de seriedad del coronel Ño Pernalete.
Capítulo IV
Opuestos rumbos buscaban
Doña Bárbara recibe la noticia del peón asesinado y del regreso de Marisela y su padre a su antigua casa. Se alegra y se convence de no estar sola. “Dios tenía que seguir ayudándome”.
Balbino Paiba llega pero no alcanza a darle la noticia pues ella ya lo sabe. Astuta, sospecha que su antiguo amante tiene que ver con las muertes y finge estar celosa de una amante que Balbino tiene. Balbino cae en la trampa. Él fue quien mató a Carmelito y escondió las plumas. Doña Bárbara lo descubre sin que diga una palabra y comienza a sacar provecho de la situación. Balbino por su parte, sale de casa de doña Bárbara convencido de haber maquinado un buen plan.
Santos Luzardo se presenta en “El Miedo”. Doña Bárbara sale a recibirlo amable pero Santos la acusa de la muerte de los peones. Doña Bárbara se queda muy contrariada.
Capítulo V
La hora del hombre
Santos llega abruptamente a casa de los Mondragones y, pistola en mano, les ordena prenderle fuego a su casa. Después los encierra. Santos se da cuenta de la ausencia de Marisela y oculta su dolor con cierta indiferencia. Esa noche no le gustó la comida, extrañaba la compañía y la conversación de Marisela.
Capítulo VI
El inefable hallazgo
Pasaron tres días y Marisela no recibía noticias de Santos. En cambio, Mister Danger acudía a cada rato a visitarlos. Resuelta a irse de ahí lo antes posible, Marisela busca a Juan Primito y le manda decir a su madre que quiere irse de ahí y que necesita dinero. El bobo le da el recado a la “Doña” y ella le manda 300 monedas a cambio de no volver a saber nada de su hija. Lorenzo Barquero se hundía cada vez más en su inconsciencia. Marisela lo besa en la frente y siente que algo cambia en ella.
Antonio Sandoval también visita a Marisela y le pide que regrese a Altamira pues todos, incluido Santos, la extrañan. Marisela sin embargo está resuelta a llevar a su papá a San Fernando a que reciba atención médica. Antonio respeta la decisión y ofrece para la madrugada un bongo para transportar a Lorenzo.
Capítulo VII
El inescrutable designio
Pasaron tres días del encierro de los Mondragones. Además, Santos se había metido a terrenos de “El Miedo” a buscar el ganado que le pertenecía, sin pedir el permiso apropiado. El nuevo amo mostraba la cara del hombre llevado a sus límites. Doña Bárbara mientras tanto, pensaba en la ironía de haber planeado entregar a Balbino con las plumas robadas al mismo Santos, y que este sospechara directamente de ella. Después de todo, ella había creado un cacicazgo a su medida. Resuelta a tenerlo, manda a Juan Primito con un recado para Santos en el cual lo citaba en un lugar para encontrarse con una persona que le brindaría información sobre la muerte de Carmelito y las plumas robadas. Santos resuelve ir solo. Doña Bárbara llama al Brujeador y le dice que en ese lugar estará el doctor Luzardo.
Capítulo VIII
La gloria roja.
Santos decide ir más temprano pero al llegar a la dirección encuentra ya a una persona. Pajarote lo estaba esperando pues habiendo interceptado a Juan Primito, lo interrogó, pistola en mano, para que le diera el mensaje. Santos le pide que se vaya y el peón le dice que sólo muerto se irá de ahí ya que él es fiel a su amo. Al rato vieron llegar al Brujeador. Pajarote previene a Santos pues el Brujeador siempre hace su trabajo sin compañía. Santos sale en su encuentro, ocurre una balacera El Brujeador cae muerto. Santos se queda pasmado ante su acto y decide entregar el cuerpo a quién lo envió.
Capítulo IX
Los retozos de Mister Danger.
Balbino Paiba visita a Mister Danger, ambos beben y Balbino le propone una venta de reces. El gringo piensa en los últimos sucesos y dice que no compra reces ni plumas. Los perros en las afueras ladran, Mister Danger se asoma y observa que Juan Primito se esconde tras unos matorrales. Piensa en jugarle una broma a Balbino puesto que sospecha que lo están espiando. Hábil, le tiende una trampa a Balbino y le saca una confesión implícita. Su codicia lo trata de sacar a flote por lo que ofrece abiertamente las plumas. Sin embargo Mister Danger rechaza la oferta y luego de divertirse un rato, despide a Balbino.
Capítulo X
Entregando las obras.
Doña Bárbara espera con ansias a Juan Primito, éste llega con información y revela el lugar donde Balbino escondió las plumas. Satisfecha, Doña Bárbara sale y se encuentra con Santos Luzardo y el cadáver de El Brujeador. "Ya sabía que usted vendría a traerlo". Con esta respuesta, Santos se da cuenta que Doña Bárbaralo había mandado para que él mismo lo matase y como una extensión de sus deseos, Santos se había convertido en lo que más odiaba. Doña Bárbara siente la tentación de acusarlo de asesinato y entonces Santos pasaría a ser uno más entre sus víctimas. Al llegar los peones, recapacita y piensa que esa vida es la quiere dejar. Ordena que dispongan del muerto y pregunta por Balbino. Entre la peonada se pregunta por el mayordomo y todos preguntan y sospechan de que fue él quien habría matado al Brujeador. Doña Bárbara muestra de nuevo su astucia y les dice a todos el lugar donde se encuentran las plumas y que seguramente ahí se encuentra el asesino.
Al poco rato unos disparos a los lejos, confirman a doña Bárbara la muerte de Balbino.
Capítulo XI
Luz en la caverna.
A medianoche, Pajarote observa una luz en la casa de Lorenzo. Cuando Santos y Pajarote llegaron, se encontraron con Marisela quien acariciaba la frente de su recién fallecido padre. Las monedas mandadas por Doña Bárbara continuaban en la mesa. Ante el cadáver de Lorenzo, Santos recuerda sus palabras: “Mírate en mí. Esta tierra no perdona.” Santos le confiesa a Marisela que ha matado un hombre, pero Pajarote, quien también disparó, señala la posibilidad de que fuese él y no su amo quien le dio muerte. Santos y Marisela se consuelan mutuamente de sus penas.
Capítulo XII
Los puntos sobre las haches.
Mujiquita le escribe a Santos notificándole que doña Bárbara se presentó en la jefatura con las plumas, y declaró que fueron robadas por Balbino Paiba, el mismo que dio muerte a la persona conocida como Brujeador. Además, es la misma doña Bárbara quien llevará las plumas a San Fernando para terminar con el encargo de Carmelito. Santos duda por la mentira, pero Pajarote lo pone en razón; es mejor que se queden así las cosas, al fin que la bala que mató al Brujeador también pudo haber sido suya.
Capítulo XIII
La hija de los ríos.
Después de muchos años, doña Bárbara regresa a San Fernando y enmienda todas las fechorías que había cometido. La gente la mira con curiosidad pero ella no hace caso, reflexiona y realiza gestiones. En el río ella escucha una voz: “Las cosas vuelven al lugar de donde salieron”.
Capítulo XIV
La estrella en la mira.
Doña Bárbara se encuentra sola. Todos la abandonaron pues había cambiado mucho. Juan Primito le informa que Marisela se casará con Santos Luzardo. Encolerizada, monta un caballo y se dirige a “Altamira”. A través de una ventana observa a la feliz pareja. Doña Bárbara saca su pistola y apunta a Marisela. Baja su arma al verse, por algunos instantes, en su propia hija.
Capítulo XV
Toda horizontes, toda caminos.
Cuando llegaron los alambres de púas, Mister Danger ya no se sintió bienvenido y se fue del lugar. Doña Bárbara despide a sus últimos criados y manda una última carta a Santos. En ella reconoce a Marisela como hija. Encarga a Santos que se haga cargo de entregarle la herencia a su hija. Luego, monta de nuevo su caballo y se interna por la sabana. En el camino, observa como una yegua se sumerge en un pantano. Algunos dicen que doña Bárbara se sumergió también en el pantano, otros que se subió a un bongo y que “aún viaja río abajo”.
Capítulo I
El espanto de la sabana
Balbino Paiba se sentía relegado desde la llegada de Santos así que planeaba recuperar sus favores. Traidor por naturaleza, no escatimaba ningún recurso para lograr sus objetivos. Cierto día, manda al Brujeador a que robe unos caballos… algunos para ella y otros para él, pero se equivoca puesto que el Brujeador lo reta: él no “mayardomea”, o sea no roba para él, ya que es fiel únicamente a D. Bárbara. Después de cumplir, el Brujeador regresa a dar cuentas y a contarle a “la Doña” su presentimiento: un mal augurio. Doña Bárbara reflexiona: Las cosas vuelven al lugar de donde salieron. El Brujeador le reitera su fidelidad y le asegura que si ella quiere al doctor Luzardo vivo o muerto, él se encargará de cumplir sus deseos.
Capítulo II
Las tolvaneras
Santos regaña a Marisela por creer en esas tonterías (brujerías) y por haber ido a “El Miedo”. Marisela le manifiesta su deseo de regresar a la Barquereña junto con su padre. Santos no se opone.
Marisela y Lorenzo regresan a su antigua casa.
En “Altamira” se cuentan con dos plumas –arrobas- cuyo precio permite levantar la cerca. Santos encomienda a Carmelito a que vaya a San Fernando a comprar el alambre de púas.
En el camino, Carmelito y otro peón son asesinados y las plumas son robadas. Su cuerpo es regresado a “Altamira” sobre su caballo. Santos Luzardo promete que su muerte no quedará impune.
Capítulo III
Ño Pernalete y otras calamidades
Santos acude con Mujiquita para arreglar el asunto de los dos peones asesinados. Mujiquita le dice que las plumas tendrán que salir tarde que temprano y entonces se tendrá al asesino. Ño Pernalete se presenta y le dice al doctor Luzardo que la justicia se hará y de nada se tiene que preocupar. Santos Luzardo sale indignado de la comandancia por la falta de seriedad del coronel Ño Pernalete.
Capítulo IV
Opuestos rumbos buscaban
Doña Bárbara recibe la noticia del peón asesinado y del regreso de Marisela y su padre a su antigua casa. Se alegra y se convence de no estar sola. “Dios tenía que seguir ayudándome”.
Balbino Paiba llega pero no alcanza a darle la noticia pues ella ya lo sabe. Astuta, sospecha que su antiguo amante tiene que ver con las muertes y finge estar celosa de una amante que Balbino tiene. Balbino cae en la trampa. Él fue quien mató a Carmelito y escondió las plumas. Doña Bárbara lo descubre sin que diga una palabra y comienza a sacar provecho de la situación. Balbino por su parte, sale de casa de doña Bárbara convencido de haber maquinado un buen plan.
Santos Luzardo se presenta en “El Miedo”. Doña Bárbara sale a recibirlo amable pero Santos la acusa de la muerte de los peones. Doña Bárbara se queda muy contrariada.
Capítulo V
La hora del hombre
Santos llega abruptamente a casa de los Mondragones y, pistola en mano, les ordena prenderle fuego a su casa. Después los encierra. Santos se da cuenta de la ausencia de Marisela y oculta su dolor con cierta indiferencia. Esa noche no le gustó la comida, extrañaba la compañía y la conversación de Marisela.
Capítulo VI
El inefable hallazgo
Pasaron tres días y Marisela no recibía noticias de Santos. En cambio, Mister Danger acudía a cada rato a visitarlos. Resuelta a irse de ahí lo antes posible, Marisela busca a Juan Primito y le manda decir a su madre que quiere irse de ahí y que necesita dinero. El bobo le da el recado a la “Doña” y ella le manda 300 monedas a cambio de no volver a saber nada de su hija. Lorenzo Barquero se hundía cada vez más en su inconsciencia. Marisela lo besa en la frente y siente que algo cambia en ella.
Antonio Sandoval también visita a Marisela y le pide que regrese a Altamira pues todos, incluido Santos, la extrañan. Marisela sin embargo está resuelta a llevar a su papá a San Fernando a que reciba atención médica. Antonio respeta la decisión y ofrece para la madrugada un bongo para transportar a Lorenzo.
Capítulo VII
El inescrutable designio
Pasaron tres días del encierro de los Mondragones. Además, Santos se había metido a terrenos de “El Miedo” a buscar el ganado que le pertenecía, sin pedir el permiso apropiado. El nuevo amo mostraba la cara del hombre llevado a sus límites. Doña Bárbara mientras tanto, pensaba en la ironía de haber planeado entregar a Balbino con las plumas robadas al mismo Santos, y que este sospechara directamente de ella. Después de todo, ella había creado un cacicazgo a su medida. Resuelta a tenerlo, manda a Juan Primito con un recado para Santos en el cual lo citaba en un lugar para encontrarse con una persona que le brindaría información sobre la muerte de Carmelito y las plumas robadas. Santos resuelve ir solo. Doña Bárbara llama al Brujeador y le dice que en ese lugar estará el doctor Luzardo.
Capítulo VIII
La gloria roja.
Santos decide ir más temprano pero al llegar a la dirección encuentra ya a una persona. Pajarote lo estaba esperando pues habiendo interceptado a Juan Primito, lo interrogó, pistola en mano, para que le diera el mensaje. Santos le pide que se vaya y el peón le dice que sólo muerto se irá de ahí ya que él es fiel a su amo. Al rato vieron llegar al Brujeador. Pajarote previene a Santos pues el Brujeador siempre hace su trabajo sin compañía. Santos sale en su encuentro, ocurre una balacera El Brujeador cae muerto. Santos se queda pasmado ante su acto y decide entregar el cuerpo a quién lo envió.
Capítulo IX
Los retozos de Mister Danger.
Balbino Paiba visita a Mister Danger, ambos beben y Balbino le propone una venta de reces. El gringo piensa en los últimos sucesos y dice que no compra reces ni plumas. Los perros en las afueras ladran, Mister Danger se asoma y observa que Juan Primito se esconde tras unos matorrales. Piensa en jugarle una broma a Balbino puesto que sospecha que lo están espiando. Hábil, le tiende una trampa a Balbino y le saca una confesión implícita. Su codicia lo trata de sacar a flote por lo que ofrece abiertamente las plumas. Sin embargo Mister Danger rechaza la oferta y luego de divertirse un rato, despide a Balbino.
Capítulo X
Entregando las obras.
Doña Bárbara espera con ansias a Juan Primito, éste llega con información y revela el lugar donde Balbino escondió las plumas. Satisfecha, Doña Bárbara sale y se encuentra con Santos Luzardo y el cadáver de El Brujeador. "Ya sabía que usted vendría a traerlo". Con esta respuesta, Santos se da cuenta que Doña Bárbaralo había mandado para que él mismo lo matase y como una extensión de sus deseos, Santos se había convertido en lo que más odiaba. Doña Bárbara siente la tentación de acusarlo de asesinato y entonces Santos pasaría a ser uno más entre sus víctimas. Al llegar los peones, recapacita y piensa que esa vida es la quiere dejar. Ordena que dispongan del muerto y pregunta por Balbino. Entre la peonada se pregunta por el mayordomo y todos preguntan y sospechan de que fue él quien habría matado al Brujeador. Doña Bárbara muestra de nuevo su astucia y les dice a todos el lugar donde se encuentran las plumas y que seguramente ahí se encuentra el asesino.
Al poco rato unos disparos a los lejos, confirman a doña Bárbara la muerte de Balbino.
Capítulo XI
Luz en la caverna.
A medianoche, Pajarote observa una luz en la casa de Lorenzo. Cuando Santos y Pajarote llegaron, se encontraron con Marisela quien acariciaba la frente de su recién fallecido padre. Las monedas mandadas por Doña Bárbara continuaban en la mesa. Ante el cadáver de Lorenzo, Santos recuerda sus palabras: “Mírate en mí. Esta tierra no perdona.” Santos le confiesa a Marisela que ha matado un hombre, pero Pajarote, quien también disparó, señala la posibilidad de que fuese él y no su amo quien le dio muerte. Santos y Marisela se consuelan mutuamente de sus penas.
Capítulo XII
Los puntos sobre las haches.
Mujiquita le escribe a Santos notificándole que doña Bárbara se presentó en la jefatura con las plumas, y declaró que fueron robadas por Balbino Paiba, el mismo que dio muerte a la persona conocida como Brujeador. Además, es la misma doña Bárbara quien llevará las plumas a San Fernando para terminar con el encargo de Carmelito. Santos duda por la mentira, pero Pajarote lo pone en razón; es mejor que se queden así las cosas, al fin que la bala que mató al Brujeador también pudo haber sido suya.
Capítulo XIII
La hija de los ríos.
Después de muchos años, doña Bárbara regresa a San Fernando y enmienda todas las fechorías que había cometido. La gente la mira con curiosidad pero ella no hace caso, reflexiona y realiza gestiones. En el río ella escucha una voz: “Las cosas vuelven al lugar de donde salieron”.
Capítulo XIV
La estrella en la mira.
Doña Bárbara se encuentra sola. Todos la abandonaron pues había cambiado mucho. Juan Primito le informa que Marisela se casará con Santos Luzardo. Encolerizada, monta un caballo y se dirige a “Altamira”. A través de una ventana observa a la feliz pareja. Doña Bárbara saca su pistola y apunta a Marisela. Baja su arma al verse, por algunos instantes, en su propia hija.
Capítulo XV
Toda horizontes, toda caminos.
Cuando llegaron los alambres de púas, Mister Danger ya no se sintió bienvenido y se fue del lugar. Doña Bárbara despide a sus últimos criados y manda una última carta a Santos. En ella reconoce a Marisela como hija. Encarga a Santos que se haga cargo de entregarle la herencia a su hija. Luego, monta de nuevo su caballo y se interna por la sabana. En el camino, observa como una yegua se sumerge en un pantano. Algunos dicen que doña Bárbara se sumergió también en el pantano, otros que se subió a un bongo y que “aún viaja río abajo”.
Personajes:
1) Doña Bárbara: dueña de los terrenos bautizados por ella misma como “El Miedo”. Mujer cruel y bella que tiene fama de bruja y de haber pactado con el diablo. Inteligente y astuta, sabe sacar provecho de las circunstancias. Víctima de una violación, doña Bárbara usa a los hombres negando su parte femenina. Por eso, lo “usa” y los desecha con frialdad. Su fama de “devoradora de hombres” se extiende por toda la región. No hay nadie que se resista a los diabólicos encantos de doña Bárbara ni ley que no la proteja. A su servicio cuenta con varios personajes notables. Balbino Paiba, quien es traidor por naturaleza y comete el error de sentirse más listo que doña Bárbara, Ño Pernalete, encargado del registro civil, Mister Danger, un gringo cómico y aventurero, el Brujeador quien hace los trabajos oscuros de la “Doña” y Juan Primito, quien le sirve de mensajero.
2) Santos Luzardo: su padre mató a su hermano Félix cuando él era niño. Su madre lo lleva Caracas para alejarlo de la tragedia en el llano. Santos Luzardo regresa ya adulto. Es un idealista que confía en poder cambiar las anomalías del llano por las vías legales. Representa la parte racional que se niega a creer en brujas y arbitrariedades. Por sus venas corre una historia de muertes y traiciones que aún lo puede sorprender. Los peones de “Altamira” son su apoyo. Pajarote, Antonio Sandoval y Carmelito principalmente.
3) Marisela: hija de doña Bárbara y Lorenzo Barquero, evoluciona de pequeña salvaje, a pequeña ama de casa, luego es hija piadosa con su padre y finalmente joven esposa. Marisela –así está escrito en el libro- representa la evolución de la narración y el equilibrio entre lo salvaje dominado por lo civilizado. Su madre cambia: de ser “la más macha de los machos” a una mujer que reconoce errores. Santos descubre el deseo en ella.
1) Doña Bárbara: dueña de los terrenos bautizados por ella misma como “El Miedo”. Mujer cruel y bella que tiene fama de bruja y de haber pactado con el diablo. Inteligente y astuta, sabe sacar provecho de las circunstancias. Víctima de una violación, doña Bárbara usa a los hombres negando su parte femenina. Por eso, lo “usa” y los desecha con frialdad. Su fama de “devoradora de hombres” se extiende por toda la región. No hay nadie que se resista a los diabólicos encantos de doña Bárbara ni ley que no la proteja. A su servicio cuenta con varios personajes notables. Balbino Paiba, quien es traidor por naturaleza y comete el error de sentirse más listo que doña Bárbara, Ño Pernalete, encargado del registro civil, Mister Danger, un gringo cómico y aventurero, el Brujeador quien hace los trabajos oscuros de la “Doña” y Juan Primito, quien le sirve de mensajero.
2) Santos Luzardo: su padre mató a su hermano Félix cuando él era niño. Su madre lo lleva Caracas para alejarlo de la tragedia en el llano. Santos Luzardo regresa ya adulto. Es un idealista que confía en poder cambiar las anomalías del llano por las vías legales. Representa la parte racional que se niega a creer en brujas y arbitrariedades. Por sus venas corre una historia de muertes y traiciones que aún lo puede sorprender. Los peones de “Altamira” son su apoyo. Pajarote, Antonio Sandoval y Carmelito principalmente.
3) Marisela: hija de doña Bárbara y Lorenzo Barquero, evoluciona de pequeña salvaje, a pequeña ama de casa, luego es hija piadosa con su padre y finalmente joven esposa. Marisela –así está escrito en el libro- representa la evolución de la narración y el equilibrio entre lo salvaje dominado por lo civilizado. Su madre cambia: de ser “la más macha de los machos” a una mujer que reconoce errores. Santos descubre el deseo en ella.
Rómulo Gallegos:
Rómulo Gallegos es una de las figuras literarias más importantes de América Latina. Nació en Caracas Venezuela en 1884, dedicó su vida a la política y literatura. Fue presidente de su país en el año de 1948. Gallegos tiene una basta obra literaria y tres obras maestras: Doña Bárbara 1929, Cantaclaro 1933 y Canaima 1935. Su obra es difícil de clasificar, pero su interpretación de la relación del hombre con la naturaleza le ha valido la mayoría de sus elogios. Doña Bárbara es sin duda su mejor ejemplo. La tierra necesita ser trabajada, el llamado de la naturaleza que a fin de cuentas representa la parte salvaje del hombre, la ignorancia y la superstición, todo forma un mosaico donde la ley del más fuerte es representada por una mujer.
Rómulo Gallegos es una de las figuras literarias más importantes de América Latina. Nació en Caracas Venezuela en 1884, dedicó su vida a la política y literatura. Fue presidente de su país en el año de 1948. Gallegos tiene una basta obra literaria y tres obras maestras: Doña Bárbara 1929, Cantaclaro 1933 y Canaima 1935. Su obra es difícil de clasificar, pero su interpretación de la relación del hombre con la naturaleza le ha valido la mayoría de sus elogios. Doña Bárbara es sin duda su mejor ejemplo. La tierra necesita ser trabajada, el llamado de la naturaleza que a fin de cuentas representa la parte salvaje del hombre, la ignorancia y la superstición, todo forma un mosaico donde la ley del más fuerte es representada por una mujer.
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura entre otras distinciones. Murió el 5 de abril de 1969 en su país, Venezuela
Preguntas:
1- ¿En qué lugar transcurre esta obra y cómo el espacio físico influye en los personajes de doña Bárbara, Santos Luzardo, Lorenzo Barquero?
2- Explique de qué manera estos espacios son una proyección sus dueños:
“Altamira”
“El Miedo”
“La Chusmita”
3-¿Qué hechos o situaciones hicieron que Barbarita se transformara en “La devoradora de hombres?
4-Doña Bárbara es un personaje evolutivo de gran complejidad sicológica. Descríbalo indicando tres etapas importantes de su vida, en las cuales se aprecie claramente esa evolución. Relaciónelo con estos títulos:
Orfandad e inocencia
Ambición y poder
Amor y renuncia
5-¿Qué semejanzas pueden establecerse entre Doña Bárbara y Mister Danger en cuanto a…?
Sus metas personales
Su interacción con los demás
Su vida sentimental
6- El hato del primitivo “Altamira” fue dividido a la muerte de José de los Santos entre sus dos hijos: José y Panchita. Indique qué parte le corresponde a cada uno y qué problemas se originaron con esa partición.
7- ¿De qué manera influyó el conflicto de la Guerra entre España y Estados Unidos entre José Luzardo y su hijo Félix?
8- Mediante qué argucia legal doña Bárbara se apropió de ”La Barquereña”?
9-¿Qué motivos o ideales movieron a Santos Luzardo para luchar contra doña Bárbara, cacica del Arauca?
10- ¿En qué condiciones encontró “Altamira” Santos Luzardo?
11- ¿En qué circunstancias nació y se crió Marisela?
ٌ12-¿Quién y por qué motivos se hizo cargo de la educación de Marisela?
13- Describa a Marisela física y sicológicamente. Fundamente sus afirmaciones con hechos concretos.
14- ¿En qué personajes y circunstancias se retratan estos valores humanos… ?
Amor Arrepentimiento
Generosidad Superación
Razón
Lealtad
15- ¿Qué valores representan Marisela y Santos Luzardo y cómo finalmente estos valores logran imponerse sobre los de doña Bárbara?
16-¿Cómo y a través de quién descubre Santos Luzardo que él no era el homicida del Brujeador?
17-¿Qué hechos importantes se relacionan con estos objetos?
Plumas de Garza
Alambre de púas
Alcohol
Cordel
18- Si bien doña Bárbara es una novela esencialmente realista, presenta también elementos misteriosos y sobrenaturales. Señale al menos tres de esos elementos.
19- ¿En qué momento y por qué se enfrentaron Marisela y doña Bárbara?
20- Basándose en su lectura de la novela comente estas afirmaciones de Fernando Alegría en su obra Breve historia de la novela hispanoamericana:
“Rómulo Gallegos concibe al hombre como un ente de lucha, ardua y decisiva por conquistar un equilibrio social, este equilibrio no depende fundamentalmente de una seguridad interior, sino más bien de la satisfacción que siente el individuo al dominar con su poder de expresión y su fuerza combativa los obstáculos que le oponen la naturaleza y la colectividad.”
“El paisaje, el hombre, la sociedad, leyendas y mitos de América en vasta, pero ordenada aglomeración, detenidos en el tiempo y afirmados en su valor fundamental de símbolos, constituyen la materia central del mundo novelístico de Gallegos.
Kiomarelys Rodriguez y Natasha Ruiz de11-5 :)
ResponderEliminarSoy melanie d 11-5 revisando los capitulos
ResponderEliminarhola maestra soy Emmanuel Lorenzo de 11-5 ,aqui mirando los capitulos de la novela Do~a Barbara.
ResponderEliminarholaaa mi pana
Eliminarmuy buena
ResponderEliminarPágina súper recomendada 👍🏻
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